martes, 17 de julio de 2007

Somos frágiles...

Pocas cosas hay tan frágiles como la vida humana.
En un momento, todo puede dar un bestial giro de 180º, sin previo aviso, sin preguntar si es buen o mal momento, y hacerlo cambiar todo por completo...

Lejos estamos de comprender siquiera una ínfima parte del por qué estamos aquí, de cual es nuestro objetivo en esta vida... En un solo instante, cosas que nos preocupan, que nos parecen tan inmensamente importantes, pierden toda esa importancia...

Cambian nuestras prioridades, nuestra manera de ver las cosas... ¿Por qué preocuparse tanto de ciertas cosas, vanales y sin valor más allá del económico o social, si en un mal momento o en un mal giro podemos dejar de estar aquí... ?

Hay que disfrutar cada momento y, sobre todo, hay que disfrutarlo con aquellos a los que realmente aprecias... con aquellos a los que quieres. No vale la pena marcar distancias sin necesidad, por riñas infantiles y perfectamente sorteables o que se pueden arreglar solo con hablarlos...

Vale la pena conservarles. Vale la pena disfrutar. Vale la pena vivir...

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