jueves, 21 de junio de 2007

Tener el gusto de conocer a alguien...

- Con la gente usamos el sentido del gusto; sabemos si nos caen bien o mal cuando tenemos el "gusto" de conocerlas; algunas nos acaban gustando a fuerza de probarlas y de otras... nos podemos "empachar" -

Pues sí; estaba yo pensando el otro día (me aburro mucho en mi trabajo) lo curioso e "inútil" que es el sentido del gusto; Cuando somos pequeños, decimos que no nos gustan gran variedad de cosas por el simple hecho de que no nos entran por los ojos (la vista). Sin embargo, nos hacen comer gran parte de ellas (a veces de forma muy seguida), con lo cual acabamos "acostumbrando" al sabor de la mayoría de ellas y decimos, a edad más adulta, que "nos gustan"; ¿cómo es posible que no te guste algo y que luego sí te guste?
Luego están, por ejemplo, las comidas "picantes", las comidas "saladas", los sabores "amargos"... sabores que, por definición propia, son desagradables y que, sin embargo, hay gente que se desvive por ellos; a la gente no le gusta algo picante por su sabor, sino por esa desagradable sensación de ardor, o los sabores amargos precisamente por esa sensación amarga que dejan en la boca... Pero no creo que realmente les gusten, sino que, con el tiempo, se acaban acostumbrando a ellos...
A mí, sin ir más lejos, me encantaban las comidas fuertes hasta que comenzaron a darme ardor de estómago, con lo que dejaron de gustarme. Pero esto es por otra causa; la "asociación"...Y luego están productos como el alcohol (no, no me refiero a alcohol etílico!!) o el tabaco; substancias que se prueban, ves que saben fatal, pero las sigues consumiendo hasta que acaban resultándote agradables (bueno, el tabaco no, el tabaco es por la adicción a la nicotina...)...
Total, que el sentido del gusto me parece completamente inútil en cuanto a que puedes variar tus propios gustos en cuestión de asociación o frecuencia.... pos' vaya timo...

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